Regresar al hogar es ya un tópico, pero un tópico que se hace realidad en estas ocasiones. Ayer volví Barcelona, en la que he vivido casi toda mi vida y en la que he pasado muy buenos momentos. Estaré aquí hasta principios de mes haciendo un cursillo para Interempresas.net, la compañía que ha confiado en mí para hacer de redactor de sus revistas. Trabajé para ellos de freelance, y ahora me sacan de la precariedad laboral para convertirme en todo un mileurista. En tiempos de crisis, que una empresa te contrate no tiene precio. Gracias!
Agradecimientos aparte, Barcelona es una ciudad de la que me he alejado en varias ocasiones y a la que he regresado enamorado de sus calles, sus tiendas, sus restaurantes, su maravillosa arquitectura, y sobretodo, mis amigos y amigas. Aunque disfrute mucho trabajando y viviendo en Madrid, el hogar es el hogar. Además esta vez tendré tiempo de ver a muchos amigos como Aniol y sus niñas, Álex, Mónica (a ver si esta vez sí), el Chris, les Patardes, el Josep Piqué, el Carles Cases, el mítico Omar... En fin, reencuentros deseados.
Esta ciudad está llena de recuerdos y sensaciones, llena de momentos vividos y de diversión nocturna. Pasear por sus calles es para mí recordar y zambullirme en la nostalgia y me hace sentir afortunado por haber nacido en la ciudad más bonita en la que he estado jamás. Llamadme cursi si queréis, pero siento amor y adoración por esta ciudad.
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