divendres, 22 d’octubre del 2010

Donde esté la tortilla que se quite el melón


Los nuevos ministros, encabezados por el nuevo vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba -->
No me he vuelto loco, este no es un blog de cocina y el título tiene una clara explicación. Hace un par de semanas (quien lo diría, parece ya que fuera hace siglos), nuestro amigo ZP estaba entre la espada y la pared, acorralado por propios y ajenos, que querían verle fuera la Moncloa unos y meterse en las listas para sucederle otros. Pero como dijo algún tertuliano en el Hoy por Hoy de la SER, "la capacidad de regenerarse de este presidente no tiene parangón". Lo que los listillos con gafas llaman ahora "resiliencia" (una mala traducción del término inglés "Resiliance", que sería la capacidad de volver al estado inicial tras sufrir un golpe considerable). Tecnicismos de moda aparte, quien nos iba a decir dos semanas antes que Zapatero sería capaz de girar la tortilla a una situación de fatalidad política y, de paso, eliminar de un plumazo las especulaciones de quien se llevaría el melón sucesorio (de ahí el título del post de hoy).

La jugada ha sido impecable, no se puede negar. El primer punto se lo anotó con el pacto permanente en el Congreso de los Diputados con el PNV y Coalición Canaria, que le dará estabilidad presupuestaria y que, al pactar con dos partidos tirando a conservadores, nadie le podrá acusar de unirse "con los rojos". Una estabilidad con la que no contaba el PP y que le permitirá campar a sus anchas en lugar de jugársela con cada iniciativa en agotadores equilibrismos parlamentarios. Pero la gran jugada de Rubalcaba, Pepe Blanco y ZP sin duda ha sido una inesperada remodelación de gobierno. Cuando todos creían que Corbacho sería el único sacrificado, nos encontramos de repente con 6 ministros nuevos, dos ministerios menos y con De la Vega y Moratinos fuera del Gobierno. Como dicen los americanos "Wow!".

<-- A Cospedal y González Pons les pescaron diciendo que el nuevo gobierno es mejor que el anterior. Aix, estos micros...
Y
claro, en el PP están de uñas. Se han encontrado con un Zapatero resiliente que vuelve a enderezar el barco a falta de año y medio de las elecciones, con los votantes y barones socialistas ilusionados con el nuevo proyecto y, aunque todavía están 14 puntos por encima en las encuestas, con un Mariano Rajoy a quien ordenan no moverse ni hacer nada y él, quieto y sin hacer nada. Bueno, nada no, de vez en cuando se levanta de la cama e insulta al Gobierno. Todo un líder. Si en dos semanas ha sido capaz de girar la tortilla y acabar con el melón sucesorio, ¿quien se preocupa de las encuestas con un año y medio de margen y con el viento de cara? Este nuevo proyecto (más socialista y menos de Zapatero) va a dar mucha guerra, sobretodo contra el quietismo antropológico de Don Mariano, que todavía no ha sabido reaccionar. Con mucha suerte, con algo de recuperación económica, una mejor capacidad de comunicación (gran jugada en este sentido, la de devolver a Rubalcaba el protagonismo que jamás debió perder) y una buena campaña electoral, Zapatero podría acabar con la profetizada mayoría absoluta al PP y, quien sabe, incluso ganar. Como dicen en el ilustrado mundo del futbol "el fútbol es así", "no hay rival pequeño" y "el partido no termina hasta que el árbitro pita el final". Mariano, creo que te acaban de marcar un gol... y por la escuadra.

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