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¿Correrá Rajoy la misma suerte que Richard Nixon? |
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Richard Nixon, anunciando su dimisión en Tv. |
Volviendo a Nixon, el siguiente paso es que se hagan públicos más escándalos del Partido Popular, dejando de nuevo al descubierto al actual partido de Gobierno. Ante ello, reiteración de la negación, ensalzamiento de la honorabilidad del líder y de sus hombres más cercanos. Pero habrá un punto, como le sucedió a Nixon, que la presión los escándalos serán tan indiscutibles que se verán obligados a soltar lastre y con ello llegará la primera dimisión. Y una vez iniciado ése proceso, como si fueran piezas de dominó, caerán una detrás de otra. Y es posible incluso (aunque admito que eso ya sería política-ficción) que llegue también la caída del presidente, como le ocurrió a mi tocayo americano. Pero la gran diferencia entre Nixon y Rajoy es que, como decía @mart1nMucha en Twitter: "Hasta Nixon tuvo dignidad. Ni él se atrevió a impedir preguntas tras el Watergate. Temblaba, mentía, sudaba. Pero le contestaba a su país". Creo que no me equivoco cuando digo que, comunicacionalmente, Mariano Rajoy es el Presidente peor asesorado de la historia de España. Eso, o es el Presidente que menos escucha a sus asesores en materia de comunicación. Por no hablar del Social Media Manager del Partido Popular, que ha lanzado un hashtag #YocreoenRajoy, intentando que las redes se disipen con el tema, cosa que desde luego no ha ocurrido.
De forma casi premonitoria, el pasado lunes la Revista Mongolia publicaba una polémica portada en la que incluía una esquela del Presidente. Se justificaban, con su habitual sentido del humor, diciendo que no habían logrado "verificar las circunstancias, el lugar o la fecha en que había ocurrido el fallecimiento". Y eso es porque el Presidente lleva encerrado en un Búnker mediático más de 3 años. Y, tras la publicación de la Contabilidad B de Luis Bárcenas, en la que se describe con cifras la implicación de Rajoy en el caso, el presidente es posiblemente, un cadáver político viviente. Nixon en su día intentó lo mismo, encerrarse cuando salieron, uno tras otro, los casos de corrupción destapados por Woodward y Bernstein. Nixon, como Rajoy, también lo negó, esperando que el tiempo amainase. Pero no amainó. Y todos sabemos el resultado.
Fantástica comparación entre los dos líderes, con la distancia temporal que les separa y lo próximos que están uno del otro.
ResponEliminaPor cierto eres portada en upnews.es (ahi es donde te he encontrado) supongo que te interesará saberlo.
Enhorabuena por el blog.
No lo sabía! Gracias Arturo!
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