divendres, 6 de maig del 2022

Pegasus: Cortinas de humo

Este lunes, festivo en Madrid, de buena mañana, se convocó una rueda de prensa del ministro Bolaños para anunciar que el Presidente del Gobierno Pedro Sánchez y la ministra de Defensa, Margarita Robles, habían sido espiados también con el software Pegasus. La credibilidad de las noticias se basa en muchos factores, pero el de la oportunidad, el tempo, el momento en el que aparece, es probablemente uno de los más importantes. Tras semanas de intentar escurrir el bulto, de esconder debajo de la alfombra la noticia del espionaje por parte del Estado a políticos, abogados y empresarios independentistas, de repente aparece un lunes festivo la noticia de que han espiado también al Presidente y a la ministra que admitió que había existido el espionaje y que, además, estaba más que justificado. “¿Qué tiene que hacer el Estado?”, se preguntaba la ministra en sede parlamentaria. “No espiarles, es decir, violar los derechos de los ciudadanos sería un primer paso”, alguien podría contestarle. Porque la afirmación de la ministra es la justificación de los instigadores del caso GAL “no nos quedaba otra”. Alguien debería recordarle a la ministra cómo terminó ese caso.

Pero ¿cuál es el objetivo de admitir públicamente que a tu Presidente del Gobierno le han espiado? Es un clásica cortina de humo. Con ella pretenden desviar la atención de quienes ordenaron el espionaje, convirtiéndolos en víctimas del mismo, porque de culpables de espionaje pasan a la categoría de espiados. Espiados además por un enemigo exterior, supuestamente, Marruecos. 

Como decíamos, el tempo es fundamental, y el hecho de que haya aparecido esta noticia en este momento es consecuencia de que Pedro Sánchez y la parte socialista de su Gobierno han sido incapaces de ocultar el elefante en la sala, día tras día, rueda de prensa tras rueda de prensa, sesión de control tras sesión de control. Significativo es también que Sánchez haya decidido ordenar a la Fiscalía para investigar este espionaje, pero no lo viera en ningún caso conveniente cuando se espiaba a sus 'compatriotas' independentistas. Eso implica que hay ciudadanos de primera y de segunda, que cuando se trata del espionaje a independentistas, está justificado (“¿Qué tiene que hacer el Estado?”) y cuando se trata del presidente y la ministra, es un ataque exterior intolerable que debe investigar un juez. El concepto de "doble vara de medir" se queda extremadamente corto para definir la situación.

Pero hay que tener claro que, aunque desde Moncloa lo puedan ver distinto, esta es sin duda una de las situaciones más vergonzosas para la democracia española y más peligrosas a las que este Gobierno se va a enfrentar en toda la legislatura. Puede acabar con su Ejecutivo si no empieza a tomar decisiones, a presentar soluciones y a cortar cabezas. Aunque sean cabezas de turco. Por mucho que se quiera despistar al populacho con un nuevo enemigo del Estado (Marruecos), por mucho que PP y PSOE veten la creación de comisiones de investigación, aún le queda un largo camino a este Gobierno para poder quedarse tranquilo. A este Pegasus le quedan muchos tramos por recorrer.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada