diumenge, 10 d’abril del 2011

No son ninis

La manifestación de los llamados "Jóvenes sin futuro". 
Esta semana ha sido socialmente más activa que otras. El jueves 7 de abril, una tarde con Bea Ochera (gran amiga de Twitter) en la que compartimos la manifestación de los autoproclamados "Jóvenes sin futuro" (los mismos que El Mundo, TeleMadrid y otros medios cavernícolas han definido como "los ninis de la mani") y una tertulia de bar bastante entretenida con "machacas" de diputados socialistas del Congreso. La noche siguiente, el cumpleaños de un buen amigo me rodeó de "cachorros de FAES" (término interesante acuñado esa misma noche, no por mí, por cierto). Es interesante comprobar cómo se desenvuelve uno en situaciones tan teóricamente opuestas. Al ser uno rojo, creía que estaría más cómodo en el primer ambiente que en el segundo, pero lo cierto es que mis orígenes me han permitido siempre estar a gusto tanto en un lado como en otro, sin ser muy maniático con las compañías que me rodean. He tenido apasionantes conversaciones (discusiones políticas de comunicación, estrategia, elecciones, etc etc etc) con ambos bandos y he quedado siempre contento con ellas. No sé en qué me convierte eso, pero es una reflexión que creía necesario apuntar en este espacio.

Hablando ya de la mani (hacía como 10 años que no iba a una, ya tocaba), debo decir que el ambiente fue diverso y muy tranquilo. Estuvimos buena parte del trayecto con ellos y no hubo incidentes. Una fiesta de la reivindicación juvenil que, por lo visto, acabó con 12 detenidos (les vimos, arrodillados y esposados, unas tres horas después, ante la fuente de Neptuno y rodeados de Policías). Pero como digo, nada a destacar durante la manifestación en sí, que pudieramos ver, almenos. Encuentro injusto el trato que se les está dando porque llamar NINIS a estudiantes universitarios no es sólo una contradicción (un nini es alguien que ni estudia ni trabaja, por lo que si son universitarios, la calificación "nini" falla por lo menos en la mitad del concepto), sino también una falta de respeto por un colectivo que ha decidido organizarse para expresar su descontento con la situación actual que les toca vivir. Que se organicen y protesten ya es mucho más de lo que han hecho generaciones anteriores, incluida la mía. Este es el tratamiento que se hizo antes y después de la manifestación desde un lado. Aquí podréis ver como el otro lado ideológico vio el mismo acontecimiento. Como veis, para unos son 3.000 ninis violentos, para otros 5.000 estudiantes reivindicativos.

Twitter ha difundido la indignación de los ciudadanos
con el hashtag #eurodiputadoscaraduras.
En cuanto a los #eurodiputadoscaraduras, y la polémica de los vuelos en primera, es tan indignante el silencio de unos (el PP, que no va a rectificar su voto) como las excusas absurdas que dio en La Ventana de la SER un eurodiputado del PSOE (López Aguilar). Los socialistas dicen ahora que cambian la negativa a dejar de ir en 1ª y bajarse el sueldo por una abstención, según ellos no por todo el revuelo creado, sino porque se confundieron al votar pq la propuesta estaba en portugués (¡¡venga hombre!!). Actitudes así apestan y justifican que los políticos ocupen la indigna 3ª plaza en las principales preocupaciones de los españoles, por encima del terrorismo. Lordo lo reflejaba bastante bien en su blog, aunque no hay que ser ninguna lumbrera que justificar un escándalo así en plena crisis es algo que preocupa a quienes queremos dedicarnos algún día a asesorar a los que dirigen nuestro país.

Pepe Domingo Castaño y Paco González han conseguido triplicar
la audiencia de Tiempo de Juego en menos de un año. 
Hablando de temas más alegres, más dirigidos al mundo comunicativo, es interesante comentar la nueva oleada del EGM. Ya sabéis que me apasiona el tema de las audiencias de la radio, quizá porque se asemeja bastante a unas elecciones, que se celebran cada 3 meses y dejan resultados en los que todos ganan. Sí, todos saben sacar punta a unos resultados u otros, pero que esconden que tal programa sigue líder, pero ha perdido 50.000 oyentes. O que tal radio sigue tercera a pesar de un gran crecimiento, o que tal programa gana audiencia pero pasa de segundo a tercero... En fin, siempre son interesantes los balances hechos, si se comparan con los datos concretos. Clickando el link anterior podréis ver los datos (por llamarlos de algún modo) puros, y aquí os dejo el que ha hecho la SER, la COPE y Onda Cero, de la presente oleada del EGM. Como habréis podido leer, todos ganan, como en las elecciones. A pesar de las muchas críticas que ha recibido la encuesta del EGM, siempre lo he preferido al sistema de audiencias televisivas, ya que permite a la radio tener una política de programación mucho más relajada. ¿Os imagináis lo que sería la radio si la audiencia pudiera medirse a diario, minuto a minuto? ¿Os imagináis una parrilla llena de Belenes Esteban y Jorge Javieres? No, nuestra radio es mejor, afortunadamente, sin la espada de Damocles encima, acechando a los directores de programas. Si algún inventor que esté innovando en un sistema de medición de audiencias de radio puede leer este artículo, por favor, sigue mi consejo, déjanos tranquilos y vete al cine.

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