El futuro de Cataluña va a ser tendencia este 2013. Me atrevo a pronosticar que será uno de los más recurrentes para la política española. Como viene siendo costumbre, se utilizará el mal llamado "problema catalán" como cortina de humo para ocultar otros asuntos (recortes, subidas de IVA, aumento del desempleo,etc.) por ministros expertos en desviar la mirada de donde importa como José Ignacio Wert. No es un fenómeno nuevo en absoluto, ya que Aznar, Esperanza Aguirre, Bono, Rodríguez Ibarra (y últimamente también Monago y Feijóo) llevan utilizando la catalanofobia desde hace décadas, con excelentes réditos políticos y personales.
De hecho, los catalanes (esos seres rarunos a quienes, dicen, nos gusta molestar, ser insolidarios y, sobre todo, romper Españas con nuestras reinvindicaciones inventadas y victimistas) solemos echar de menos que se nos comprenda. Que después de 30 años de democracia, los españoles no identifiquen (o no sepan identificar) la diferencia entre catalanismo, independentismo, nacionalismo catalán y Convergència i Unió, es ciertamente desconcertante. Admito que no es tarea fácil, que incluso para algunos catalanes es difícil entender estas diferencias, pero creo necesario definirlas para separarlas una de otra.
- Catalanismo - Sentimiento de amor o admiración a Catalunya, su cultura, sus costumbres, su idioma, etc.
- Independentismo - Ideología política que reclama la independencia política, social y económica del territorio catalán (y en algunas de sus tendencias internas, también la unión del territorio valenciano y las Islas Baleares) como un estado propio separado de España.
- Nacionalismo catalán - El nacionalismo catalán no sería más que un tipo de nacionalismo (como existe el irlandés, el español, el francés, el de Quebec, el británico, el escocés, el estadounidense, el chino, o cualquier otro), en este caso que reivindica los valores del catalanismo (ver definición de Nacionalismo en Wikipedia, para más info). Precisamente, una característica del nacionalismo catalán es que no ha sido especialmente independentista, excepto en el último año.
- Convergència i Unió - Partido político nacionalista catalán, con nula tendencia independentista, excepto en el último año (y por razones electorales).
Vistas las diferencias, y aunque pueda parecer absurdo recalcarlo, alguien puede ser catalanista, no independentista, no nacionalista y por supuesto, no pro-Convergència i Unió. Es decir, un madrileño o un extremeño, pueden ser catalanistas, o si lo prefieren, catalanófilos, (que para mí son claramente sinónimos). Por tanto, un independentista es un catalanista que quiere la independencia de Catalunya (como mucha gente en ERC), mientras que un nacionalista catalán es un catalanista que desea la relevancia política de Catalunya, pero no necesariamente su independencia, ya que se encuentra cómodo en España (como Duran i Lleida).
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El economista Ignacio Trillo. |
He creído necesario escribir este post después de leer uno publicado por el economista Ignacio Trillo en su blog. Este extenso e interesante artículo, escrito el pasado 20 de noviembre, explica de forma magistral el origen del catalanismo histórico y político, pero peca en mi opinión de confundir en varias ocasiones los cuatro términos antes descritos (o de no separarlos suficientemente, por lo menos). Esa es la mayor pega que encuentro a un muy buen artículo sobre Cataluña, Convergència i Unió y Artur Mas. También es cierto que en él se encuentran comentarios que describen una "política económica insolidaria (en caso de independencia)" por parte de Cataluña. Tengo que decir que a estas alturas, como análisis me parece inconcebible, tras 30 años de solidaridad económica catalana más que demostrable por las balanzas fiscales (las cuales permanecieron ocultas, por un hecho que aún no llego a comprender, hasta la llegada de Zapatero a la Moncloa).
Por otro lado, explica muy bien cómo el nacionalismo español ha usado el independentismo como arma arrojadiza para ocultar males propios (exactamente igual que ha hecho CiU por su parte en Cataluña), pero el artículo parece dar a entender que el independentismo es obra y creación de Artur Mas y CiU, o por lo menos, que han patentado la idea, cuando el independentismo es una ideología política con décadas de existencia y un sentimiento más vivo que nunca en la ciudadanía catalana (incluso un pensamiento racional, como comentaba en mi artículo Independentismo racional). Así se entiende si vemos los resultados de las elecciones catalanas de 2012, en las que la mayoría de independentistas (de verdad) optaron por dar su apoyo al partido que lleva ya muchos años reclamando la independencia, Esquerra Republicana. Es de pura lógica. Entre una marca independentista y otra que se lo hace para conseguir mayoría absoluta, optas por la marca original, no por la imitación.
El artículo refleja muy bien los distintos casos de corrupción ocurridos en los últimos años y lo que supondría económicamente para España y Cataluña la independencia, tema que no voy a abordar, porque no soy economista ni tengo ningún tipo de estudios similares, por lo que desde mi total desconocimiento doy por buena su interpretación de que no resultaría buena ni para unos ni para otros, económicamente. Eso tampoco significa que la deriva económica actual sea buena, ni muchísimo menos, ni que "unidos saldremos de esta" porque para ser sinceros, por el momento "unidos nos está yendo de puta pena".
Por otro lado, no entiendo tampoco que en el artículo aparezcan reflejados argumentos contra la independencia como que "toda España debe decidir el futuro de Cataluña, porque les afecta" o que "no puede haber independencia porque no está recogida en la Constitución". En el primer caso es obvio: Cataluña no decide (ni debe decidir) sobre las cuentas fiscales o sobre las elecciones o sobre cualquier otro asunto que ocurra en Madrid, Extremadura, Valencia, País Vasco, Andalucía o Galicia, por lo tanto, creo que no deba decidir el resto sobre lo que quieren los catalanes. Y mi postura sería la misma si cualquiera de estas regiones decidiera independizarse o cambiar su legislación para montar una Hacienda propia o un Eurovegas, por ejemplo, hecho que sin duda afectará al resto de comunidades, si acaban siguiendo su mismo ejemplo. Pasaríamos de la mayor chapuza de la Transición, el "café para todos", al "todos decidimos qué café toma Cataluña". Delirante.
En cuanto a la "ilegalidad constitucional" de la independencia, me gustaría saber cuantos países que se han acabado independizando lo han hecho porque la independencia estuviese recogida en la constitución del país al que pertenecían. Me temo que la cifra iba a estar rondando el cero. Dicho un argumento que se descalifica a sí mismo, en realidad.
En todo caso, tenemos clara una cosa, una de las tendencias de opinión de 2013 va a ser sin duda Catalu_a, sea con "Ñ" o sea con "NY". Y estaremos aquí para analizarlo.