Sobre el nuevo Gobierno, hay muchas cosas a considerar, en muchos aspectos:
Para empezar, el hecho de la salida de Rajoy y su tropa, ya es un éxito. La moción de censura ha conseguido lo que no consiguió la investidura, poner por una vez a toda la oposición de acuerdo. Y digo TODA obviamente pq no considero a Ciudadanos como partido de oposición (a quien se le olvide, votaron en contra de la moción de censura, cuando pudieron haberse abstenido y dar algo de credibilidad a su discurso). El hecho que ése cáncer llamado Partido Popular no gobierne, ya es un éxito rotundo en muchos sentidos. No para el PSOE, sino para España entera.
Hablando ya del nuevo Gobierno en sí, es fantástico ver por fin un ejecutivo con mayoría de mujeres, muy preparadas y, en su mayoría, con un perfil más técnico que de partido. Es toda una declaración de principios y una gran diferencia respecto al "Gobierno de corte" que ha nombrado Rajoy en su segundo mandato, en el que los apellidos compuestos y aristocráticos eran la tónica. Se nota más frescura en este Gobierno.
Aún así, varios aspectos a considerar: 17 ministerios quizá sea una cifra excesiva para un gobierno que apenas va a durar 2 años. Entiendo que Sánchez quiera marcar perfil, pero quizá haya pecado de ambición. En ocasiones es mejor crear menos ministerios (no necesariamente tan pocos como en la era Rajoy) para hacer un gasto más eficiente de los pocos recursos que tendrás en los dos próximos años. Ej: El ministerio de Trabajo y el de Industria podrían ser unidos.
También es cierto que sorprenden (por positivo o por negativo, según quien) nombres para dirigir ministerios como Pedro Duque, Grande Marlasca o Màxim Huerta. Aunque nos entusiasmen o disgusten sus perfiles, no suelen ser el tipo de personaje público a quien encargarías dirigir un ministerio por su carácter público previo al cargo. Desde luego no les descalifica, y probablemente nos sorprendan positivamente (o no), pero es cierto que no son los primeros nombres que nos vendrían a la cabeza para ser nombrados ministros.
Este Gobierno, a pesar de la bocanada de aire fresco que supone, lo va a tener muy difícil. PP y Cs ejercerán una oposición berserker como en la primera legislatura de Zapatero, con la dificultad de tener minoría parlamentaria y la necesidad de pactar cada una de las leyes, y con el Senado con mayoría absoluta del PP. A pesar de su reacción inicial, tampoco auguro que Podemos vaya a ser un aliado fiel de este Gobierno, ya que es en realidad su rival electoral más directo.
A nivel independentista, todos los analistas han considerado peor una situación como la actual, ya que siempre es más fácil luchar contra la derecha rancia que contra quien afirma (recalco, afirma) que quiere dialogar. No me veo capaz de prever qué ocurrirá en este sentido, porque en los últimos tiempos la política nos ha dado muchas muchas muchas sorpresas. Que se lo digan al nuevo presidente del Gobierno.
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