Mucho se habla últimamente de pactos para salvar el régimen del 78, de partidos bisagra y del PPSOE. Los medios tradicionales (El Mundo, El País...) se hacen eco de lo que se masca desde la llegada de Pedro Sánchez "el guapo" a la Secretaría Gral. del PSOE, es decir, un pacto entre los dos grandes partidos. Ante la imposibilidad de formar una mayoría absoluta por separado, parece obvio que van a pactar para seguir gobernando. A pesar de que Sánchez ha rechazado repetidamente que no va a producirse una coalición en firme (con toda la obviedad electoral de esa afirmación), está claro que si el PSOE quiere ser bisagra (donde te has quedado PSOE, con lo que tú habías sido), va a tener que pactar con el PP. La forma lógica serán los pactos puntuales, porque otra cosa destruiría al PSOE (más aún), quien lleva años intentando negar conceptos que han calado mucho en la sociedad desde el 15-M, como "PPSOE" y "PSOE y PP la misma mierda es". Por mucho que se repita el "no son lo mismo", un pacto de esta clase acabaría con el partido de la supuesta izquierda tradicional española.
De hecho, el PSOE está en una encrucijada ya que, si se volvieran absolutamente locos y decidieran, en un acto de patriotismo social, apoyar a Podemos lo tendrían igual de mal que si apoyasen al PP. ¿Por qué razón? Porque pasarían a ser la IU de las legislaturas de Zapatero o la ERC de las primeras legislaturas de Pujol, entes debilitados por el discurso de izquierdas, el primero, y catalanista el segundo, de los entonces Presidentes. En este caso, Pablo Iglesias fagocitaría todo el rédito electoral, por lo que la "traición al régimen de 78" le saldría también muy cara al PSOE. La aspiración a ser partido bisagra aunque electoralmente lógica, quizá no ha sido bien considerada por los dirigentes socialistas, ya que para eso se necesita una ductilidad que el PSOE no tiene. Y es preferible no haber tocado poder en mucho mucho tiempo para que te puedan reprochar de los anteriores dirigentes, y las legislaturas de Zapatero son demasiado recientes para eso. El gran problema actual del PSOE es que no es partido bisagra desde los primeros años 80 y no saben serlo. Y el gran problema estructural del PSOE es que hace años que no sale a ganar el partido, a diferencia de Podemos.
El simple hecho que el partido de Pablo Iglesias haya afirmado que quieren ganar las elecciones ya ha descolocado al PSOE, le ha envejecido y le ha postrado a la segunda división de los partidos bisagra Como el régimen del 78, el PSOE no se ha sabido refundar, ni siquiera reciclar, ni ha sabido ver que si se está demasiado tiempo de cara al aparato, cuando necesitas al ciudadano este ya se ha ido, harto de que le ignores.
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