Como anuncié en mi cuenta de Facebook y en el editorial de La Plaza en Llamas, esta semana ha sido complicada para mí en lo personal, porque he tenido que tomar varias decisiones duras, como dejar el proyecto de Ión Radio, en el que he estado involucrado desde hace un año y medio. Ha sido una decisión difícil y que me hecho comprender aquello que tantas veces me habían dicho, que hay que centrar tus esfuerzos en conseguir aquello que más deseas, en mi caso conseguir que La Plaza en Llamas crezca lo máximo posible.
Los vecinos de Gamonal protestan ante la policía. Foto: GTRES. |
En el barrio del Gamonal nos han dado una lección al respecto, consiguiendo paralizar unas obras de 8 millones de euros cuando el Ayuntamiento está recortando servicios y derechos de sus ciudadanos. Me parece fundamental que la ciudadanía siga manifestándose contra aquello que cree injusto, porque está claro que acaba dando resultados, en los dos últimos años hemos visto una gran multitud de ejemplos. Pero lo que es especialmente preocupante, desde hace ya dos años y de forma recurrente desde la llegada del Partido Popular al poder, es la especial violencia que los antidisturbios están ejerciendo en las manifestaciones pacíficas. La policía, más que proteger a la ciudadanía, se está dedicando a la pura y simple caza del activista político, cual si fuera un peligroso terrorista, en lugar de un ciudadano que reclama sus derechos. A algunos esto les puede parecer una nimiedad sin importancia, pero las dictaduras se crean paso a paso, poco a poco, nunca de un día para el otro, y España ya lleva unos cuantos pasos para volver a una situación de represión social y política.
Si la policía ya actúa ahora, aunque sea siguiendo órdenes de sus superiores (lo cual no es excusa), como lo ha hecho esta semana en Burgos y en Madrid, deteniendo a bomberos que estaban de servicio apagando un fuego, o entrando en el metro a perseguir a manifestantes de forma injustificadamente violenta, qué no harán cuando se apruebe la mal llamada Ley de Seguridad Ciudadana, que tendrán las manos libres para hacer lo que quieran.
La policía, a punto de cargar contra los vecinos de Gamonal. Foto: AP. |
En mi opinión, el Gobierno lleva una estrategia que podríamos calificar de “espiral de violencia“, en la que primero empobrece a sus ciudadanos, luego protege a sus corruptos, que no son pocos, y finalmente crea un gran malestar social y agrede de forma indiscriminada a los manifestantes pacíficos, como hemos visto ya muchas ocasiones. Con todo ello, el Gobierno pretende llevar a la ciudadanía (no a la mal llamada mayoría silenciosa, sino a los ciudadanos que todavía no se han marchado del país) a una situación límite que provoque estallidos reales de violencia, no como la del Gamonal sino de violencia real, para de esa forma justificar cualquiera de las agresiones policiales desmesuradas que ya se están produciendo y cualquiera de las leyes con tintes dictatoriales que se les ocurra aprobar, ya sea la Ley de Seguridad Ciudadana o incluso alguna peor.
Pero lo malo de toda esta situación, de esta espiral de violencia promovida por el Gobierno, es que personalmente no tengo idea como podemos escapar de ella, como no sea abandonarlo todo y emigrar a un país democrático.
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